La rutina de ordeño es la actividad más importante que se realiza en una finca lechera. Cada animal siempre debe ser ordeñado de la forma adecuada, ya que esta determina en gran parte, la calidad de la leche obtenida e influye además sobre la cantidad de leche producida.
Las Buenas Prácticas de Ordeño se orientan a la obtención de leche sana, proveniente del ordeño de animales en óptimo estado sanitario y que han tenido una alimentación balanceada.
Es importante considerar lo que significa que el productor obtenga suficientes ingresos financieros, que le permitan mantenerse adecuadamente en el negocio y a su vez ofrecer productos de calidad, para que se mantenga activo y partícipe del cada vez más exigente mercado de productos lácteos.
La utilización de unas Buenas Prácticas de Ordeño, requiere la planificación y ejecución de una serie de actividades necesarias para el cumplimiento de los requisitos mínimos en la producción de leche apta para el consumo humano y para su adecuado procesamiento en la elaboración de productos lácteos.
El ganadero requiere utilizar nuevas metodologías, usar ciertos insumos y se requiere un proceso de transferencia de tecnología pecuaria de prácticas de manejo que sean más eficientes y eficaces, para lograr una mayor productividad de las explotaciones agropecuarias de ganado bovino; ya que esto tendrá un efecto determinante en la rentabilidad de la finca.
Las tendencias actuales en el ordeño de los animales, están dirigidas al máximo bienestar de los mismos al momento que están siendo ordeñados, debido a que existe una influencia directa entre el sistema de ordeño mecánico, el animal que está siendo ordeñado y la persona que realiza el ordeño, constituyendo un nuevo enfoque en el manejo del ganado bovino, que surge de un mayor conocimiento de disciplinas como la etología y la fisiología del estrés.
Uno de los aspectos que diferencia a las fincas financieramente productivas, de las que no lo son, es que las primeras aplican una correcta rutina de ordeño y la mantienen en el tiempo.
Es importante transmitir al ordeñador la información necesaria para realizar la rutina de ordeño utilizando un Sistema de Ordeño mecánico de manera eficiente, para:
Todas las personas responsables del ordeño deben trabajar siempre de la misma manera siguiendo en orden las etapas recomendadas.
El conjunto de etapas u operaciones que configuran la rutina de ordeño pueden agruparse según el momento en que son efectuadas:
El uso de una rutina de ordeño adecuada, la actitud positiva del ordeñador, el comportamiento diario de la persona que ordeña y su forma de actuar antes, durante y después del ordeño, además de un ambiente limpio y tranquilo son imprescindibles para minimizar el riesgo de mastitis y de contaminación de la leche con microorganismos ambientales, fármacos o elementos tóxicos.